“la ropa es necesaria, la moda no”
La piel es el órgano más grande y en los niños es extraordinariamente sensible. Las fibras naturales (lino, algodón, lana y seda) son especialmente recomendables; estas no sólo dejan respirar al cuerpo, sino que respiran con el. Las fibras artificiales (poliéster, rayón, elastano, lycra, etc.) no respiran y causan electricidad estática por fricción, lo que altera el comportamiento de los niños negativamente; los hace irritables y nerviosos.
Además de colaborar con la naturaleza al no usar estos materiales, podemos evitar alergias, que se han ido desarrollando en los últimos años (hoy en día hay 10 veces más población alérgica y sigue creciendo), provocadas por las fibras sintéticas que utilizamos cada vez más para vestirnos y los químicos con los que son tratadas (colorantes, suavizantes, etc).
La ropa debe acompañar la vida de nuestros hijos, y facilitarles las actividades que realizan sin resultar impedimento de forma alguna; por ello son ideales prendas que no impidan el movimiento, que tan presente está en los niños; prendas seguras y prácticas (calzado cómodo, pantalones que no aprieten). Además de ayudarles a ser autosuficientes, la ropa cómoda influye a la hora de desarrollarse en el juego y la socialización. La moda no tienen en cuenta muchas veces estos aspectos.
En razón a que los niños/as pasan parte del tiempo al aire libre, todos los días, es importante que vengan con ropa adecuada para hacer frente al frío y la humedad; para ello es recomendable vestir a los niños con varias capas de ropa, de las que se puedan ir liberando conforme transcurra el día.
Agradecemos evitar prendas con logotipos, fotos, personajes de moda, emblemas de equipos, colores fuertes (flúor/negro) o dibujos llamativos ya que distraen a los otros niños, los disfraza de algo que no son en su esencia individual, pueden ocasionar situaciones de conflicto por rivalidad o competencia, no contribuyen al ambiente de respeto y armonía que buscamos en el centro y pueden colocar al niño/a en una situación de ser, él mismo, un vehículo publicitario (situación que de ninguna manera queremos fomentar); por otro lado estamos queriendo educar hacia la libertad y esto no se corresponde haciendo que nuestros niños lleven propagandas en sus camisetas.
El centro se esfuerza por ser modelo de calidad y belleza en el proceso educativo y por mantener una atmósfera cuidada y de respeto por todo lo referente a la vida de los niños en el centro. Vestir adecuadamente según la ocasión y el lugar forma parte de los hábitos de higiene física y mental.